4 de agosto de 2013

(H)ojear




Sentir el abandono de lo que pesa
como el lastre de un vestido
que nos viene grande.


Volar lejos cuando la tormenta amenaza
con romper la estabilidad de los cristales
que nos ocultan.


Saborear los plazos de personajes
que viven un viaje imaginado
por mentes carentes de límites.


Deleitarse con los huecos de palabras
que con su reiteración
construyen lugares auténticos.


Perderse siguiendo los límites
de letras que bailan
sin saberlo.


Recordar, mientras nos releemos,
que el tiempo impenitente
no transcurre.


Sentir, bajo nuestros pies, las sandalias
de héroes
de cobardes
de magos
de suicidas
de dragones
de simples
de complejos
de mujeres plenas
de hombres vacíos
de pasiones


En definitiva,
disfrutar recorriendo con nuestros dedos
vidas que transcurren libres
entre hilos de frases completas.